El trono de Santiago será el primero de Cartagena que lleve un ‘quitacimbra’

La agrupación california de Santiago Apóstol sacará en procesión la próxima Semana Santa su trono reformado con un nuevo cajón (mesa de la que salen y entran las varas) y algunos cambios en su estructura, con el fin de evitar los problemas de sobrepeso que en 2016 provocaron que, durante varios momentos del cortejo pasional del Miércoles Santo, el trono rozase el suelo. Una de las principales novedades es que va a ser el primer trono de Cartagena que va a llevar las varas de los portapasos con una ‘quitacimbra’ o perfil angular transversal, lo que significa que irán unidas por una barra de acero. Para evitar los movimientos ‘extraños’ del trono, se han unido todas las varas delanteras y traseras con esta pieza que en Málaga llevan todos los tronos y se conoce como ‘quitacimbra’. El objetivo es conseguir «que todo el trono trabaje como un bloque y no en función del peso que cada portapasos soporte en cada vara, y que hace que se comporte de manera irregular», argumenta el ingeniero cartagenero Miguel Lamet Flores, miembro de la agrupación california desde hace 14 años.


Esta reforma no sólo persigue un reparto equitativo del peso entre los portapasos, sino también que el trono procesione al ritmo de los tambores. El coste de los trabajos, que han logrado rebajar el peso del trono entre 400 y 500 kilos y que han sido financiados por la agrupación del Santiago, asciende a 16.000 euros.

Una comisión creada por la junta directiva estudió tras la última Semana Santa, el trono del Santiago en profundidad para determinar qué motivo que no se comportase correctamente durante la procesión. Aunque en principio se pensaba que se trataba de un problema de peso, Lamet hizo un estudio para averiguar si había algún elemento inherente al propio trono que hiciese que éste hiciese movimientos extraños durante el cortejo pasional. «Durante el verano hice un estudio de los 86 tronos de las procesiones de Málaga analizando pesos, número de portapasos y tipología de la estructuras para determinar si se trataba de un problema de peso o del diseño del trono del Santiago», comenta Lamet, quien ha dedicado sus ratos libres durante cinco meses a este trabajo para su agrupación.

Esta investigación le convenció de que el problema del trono del Apóstol californio no era sólo de peso y de que había algún inconveniente añadido en su estructura, al margen de que en 2016 el trono no fue bien por unas cuñas que se le añadieron al cajón. Lamet eligió los tronos de Málaga porque son las únicos de Andalucía, «cuya Semana Santa es todo un referente» dice, que procesionan a hombros, de la misma manera que en Cartagena; mientras que por ejemplo, en Sevilla, procesionan con el costado y de ahí el sobrenombre de costaleros que reciben los penitentes. «La familia de mi mujer es de Málaga y mi suegro tenía muchísima documentación que en Internet no es accesible y empecé por estudiarla bien», apunta.

«El peso medio de Málaga es de unos 15 kilos por portapaso hasta un máximo de 22 kilos, con un tiempo de permanencia en la calle de ocho horas, mientras que en el caso del trono del Apóstol Santiago, el peso medio por portapaso es de 17 kilos y está en la calle es de tres horas», argumenta este ingeniero Industrial por la Politécnica de Cartagena.

En base a estos datos, hizo un análisis del comportamiento del trono con un programa especializado de cálculo de estructuras con imágenes en 3D que mostraban cómo se deformaba y comportaba el trono y, a partir de este trabajo, se determinó cuál era la solución técnica más adecuada. Así, el antiguo cajón o mesa del trono, que era de madera maciza y pesaba 430 kilos; ha sido sustituido por uno hecho de materiales metálicos bañados en plata y oro, que tiene unas molduras doradas y repujadas en sus partes interior y exterior.

Asimismo, apunta que se han hecho varales nuevos revestidos de terciopelo rojo, con lo que se ha logrado rebajar el peso de cada uno en 20 kilos. Además, el trono tenía una doble estructura, de aluminio y madera, «y lo que se ha hecho es eliminar esta última ampliando la parte de aluminio para reforzar la pieza», indica.

Hasta 2016, el trono pesaba 2.200 kilos y con estos trabajos «se ha rebajado en torno a media tonelada. Ahora pesa 1.600 kilos, que entre 106 portapasos, suponen unos 15 kilos por penitente», señala. La reforma de la estructura del trono ha sido hecha por la empresa cartagenera Soltemed Soldaduras S. L., en el polígono industrial Cabezo Beaza.

Enlace al artículo original en La Opinión.

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