Durante los años 2016 y 2017, la imagen de Santiago Apóstol, perteneciente a la Cofradía California de Cartagena, fue intervenida en el Centro de Restauración de la Región de Murcia. Una restauración derivada de la presencia en la obra de algunas alteraciones puntuales que llevaron a la Agrupación a realizar la correspondiente solicitud para que la imagen fuese intervenida.
Tras la Semana Santa de 2016, la imagen fue trasladada hasta las instalaciones que el Centro de Restauración de la CARM tiene en el Polígono Industrial Oeste de Alcantarilla.
A su llegada, se procede a realizar un pormenorizado estudio de la obra para conocer, con todo detalle, cuál era su estado de conservación real, identificando y localizando cada una las alteraciones que en aquellos momentos presentaba.
Un análisis que comenzó por el examen de la escultura con luz visible, aplicando esta con distintos ángulos, a fin de detectar hasta la más mínima irregularidad, documentando todo el proceso fotográficamente. Y que continuó con el estudio de la fluorescencia ultravioleta a fin de localizar cualquier alteración existente en la película pictórica y capa de barniz. Completando el estudio previo con la realización de distintas radiografías a fin de analizar el interior de la escultura.
Todo ello permitió conocer, no solo los deterioros que sufría la obra, sino también cómo fue construida por Sánchez Lozano. Encontrándonos ante una imagen de vestir típica de este escultor. Compuesta por un torso de madera en el que va encajado el busto, y del que salen dos brazos fijos, anclados al torso con sendos tornillos –tal y como se pudo apreciar radiográficamente-. De estos brazos parten dos antebrazos móviles que se fijan con un tornillo, a fin de facilitar su movimiento y la movilidad del elemento de cara a la vestimenta de la imagen. Un torso que se apoya sobre la denominada devanadera, una sencilla estructura, habitual en todas las imágenes de vestir, que a su vez fue enlienzada para “adecentar” el aspecto de la imagen sagrada; algo muy habitual en la producción escultórica del imaginero José Sánchez Lozano.
En lo que se refiere al estado de conservación, la imagen de Santiago Apóstol presentaba un relativo buen estado, pues tan solo fueron detectados algunos repintes puntuales en la cabellera, barba, manos y pies, así como pequeños roces como consecuencia del uso procesional de la imagen, la fractura del dedo gordo de la mano derecha, y algunas fisuras en la madera provocadas por el movimiento natural de esta. En la parte inferior del enlienzado de la devanadera existía un extraño corte horizontal; no hallando otras patologías o daños de importancia.
Los repintes existentes habían sido aplicados con más buena intención que acierto con la finalidad de disimular pequeños roces sobre la policromía original. Respecto a las fisuras detectadas, estas eran de dos tipos: las originadas como consecuencia del movimiento natural de la madera (situados en el torso), y las que eran como consecuencia de la separación de piezas de madera (situados en la parte posterior del cuello). Encontrando una serie de pequeños daños -roces e incluso la fractura del dedo pulgar de la mano izquierda, que habían sido ocasionados por el habitual uso procesional de la imagen.
Siendo llamativo el corte perimetral que presentaba el enlienzado que cubre la estructura de devanadera, ya que era evidente que había sido realizado expresamente, quizás con la intención de facilitar los movimientos de la efigie al trono y viceversa. Una retirada que, sin embargo, tiempo después había sido revertida, volviendo a llevar al sitio el elemento retirado mediante la aplicación de un cordón de silicona.
La intervención de la obra consistió primeramente en una limpieza de la suciedad superficial con ayuda de aspiración, seguida de una segunda limpieza de la suciedad generalizada de la superficie cromática. Realizando a continuación una eliminación, tras la realización de pruebas de solubilidad, de cada uno de los repintes previamente detectados en manos, pies, cabeza y cuello; lo que dejó al descubierto pequeños roces y daños que, en realidad, eran el motivo de la aplicación de repintes.
Respecto a las grietas y fisuras existentes, estas fueron selladas mediante la inserción de pequeñas piezas de madera de balsa y resina epoxídica.
Paralelamente a este trabajo se retiró el cordón de silicona que unía el enlienzado cortado al resto de enlienzado original, llevándolo de nuevo a su sitio, procediéndose a reforzar internamente la tela mediante parches, empleando resina epoxídica puntualmente dado el espesor de los estratos. Una vez acabado se realizó el estucado de las carencias, nivelando la superficie. Aprovechando el momento para el estucado de cada una de las carencias existentes en la figura.
Tras un barnizado intermedio que sellase las superficies y subiese el tono de la película pictórica, se procedió a reintegrar cromáticamente las pequeñas faltas de color existentes, acabando el proceso con el preceptivo barnizado final de protección que se le da a todas las obras.
En definitiva, una intervención que subsanó los daños detectados en esta icónica imagen de la Cofradía California.
La imagen llegó a la ciudad de Cartagena en la Cuaresma del 2017, siendo recibida por varios directivos de la Agrupación, el Hermano Mayor de la Cofradía California, el jefe de Servicio del Centro de Restauración y entregada por la entonces Consejera de Cultura, Noelia Arroyo y la Directora General de Bienes Culturales, María Comas. Posteriormente, la imagen quedó expuesta en el vestíbulo del Palacio de Aguirre para ser admirada por los ciudadanos, que se acercaron a contemplarla.
IMÁGENES DE LA RESTAURACIÓN.
IMÁGENES TOMADAS EN EL CENTRO DE RESTAURACIÓN, ANTES DE LA ENTREGA.
IMÁGENES DE LA ENTREGA OFICIAL DE LA IMAGEN EN EL PALACIO DE AGUIRRE, EN CARTAGENA.
María Comas Gabarrón
Mayordomo de la Cofradía California